La fotosíntesis es un proceso en virtud del cual los organismos
con clorofila, como las plantas verdes, las algas y algunas bacterias,
capturan energía en forma de luz y la transforman en energía química.
Prácticamente toda la energía que consume la vida de la biósfera
terrestre —la zona del planeta en la cual hay vida— procede de la
fotosíntesis.
La fotosíntesis se realiza en dos etapas: una serie de reacciones que
dependen de la luz y son independientes de la temperatura, y otra serie que
dependen de la temperatura y son independientes de la luz.
La velocidad de la primera etapa, llamada reacción lumínica,
aumenta con la intensidad luminosa (dentro de ciertos límites), pero no con la
temperatura. En la segunda etapa, llamada reacción en la oscuridad, la
velocidad aumenta con la temperatura (dentro de ciertos límites), pero no con
la intensidad luminosa.
Fase primaria o lumínica
La fase lumínica de la fotosíntesis es una etapa en la que se producen
reacciones químicas con la ayuda de la luz solar y la clorofila.
La clorofila es un compuesto orgánico, formado por moléculas que
contienen átomos de carbono, de hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y magnesio.
Estos elementos se organizan en una estructura especial: el átomo de
magnesio se sitúa en el centro rodeado de todos los demás átomos.
LAS plantas, como foto receptores, utilizan la clorofila para
capturar la luz del Sol en la fotosíntesis en determinadas longitudes de onda,
que se encuentran en torno al amarillo del espectro electromagnético (ver
foto). La mayor intensidad de la radiación del Sol que penetra en nuestra
atmósfera está localizada en la parte visible del espectro electromagnético,
más concretamente, la máxima intensidad de luz solar a la que estamos expuestos
está en la región naranja del espectro visible (560 a 590nm.), que coincide
exactamente con la menor absorción de la clorofila.
Fase secundaria u oscura
La fase oscura de la fotosíntesis es una etapa en la que no se necesita
la luz, aunque también se realiza en su presencia. Ocurre en los cloroplastos y
depende directamente de los productos obtenidos en la fase lumínica.
En esta fase, el hidrógeno formado en la fase anterior se suma al
dióxido de carbono gaseoso (CO2) presente en el aire, dando como
resultado la producción de compuestos orgánicos, principalmente carbohidratos;
es decir, compuestos cuyas moléculas contienen carbono, hidrógeno y oxígeno.
Dicho proceso se desencadena gracias a una energía almacenada en
moléculas de ATP que da como resultado el carbohidrato llamado glucosa (C6HI2O6),
un tipo de compuesto similar al azúcar, y moléculas de agua como desecho.
Después de la formación de glucosa, ocurre una secuencia de otras
reacciones químicas que dan lugar a la formación de almidón y varios
carbohidratos más.
A partir de estos productos, la planta elabora lípidos y proteínas
necesarios para la formación del tejido vegetal, lo que produce el crecimiento.
Cada uno de estos procesos no requiere de la participación de luz ni de
la clorofila, y por ende se realiza durante el día y la noche. Por ejemplo, el
almidón producido se mezcla con el agua presente en las hojas y es absorbido
por unos tubitos minúsculos que existen en el tallo de la planta y, a través de
éstos, es transportado hasta la raíz donde se almacena. Este almidón es
utilizado para fabricar celulosa, el principal constituyente de la
madera.
El resultado final, y el más trascendental, es que la planta guarda en
su interior la energía que proviene del Sol. Esta condición es la razón de la
existencia del mundo vegetal porque constituye la base energética de los demás
seres vivientes.
Por una parte, las plantas son para los animales fuente de alimentación,
y, por otra, mantienen constante la cantidad necesaria de oxígeno en la
atmósfera permitiendo que los seres vivos puedan obtener así la energía
necesaria para sus actividades.
Si los químicos lograran reproducir la fotosíntesis por medios artificiales,
se abriría la posibilidad de capturar energía solar a gran escala. En la
actualidad se trabaja mucho en este tipo de investigación. Todavía no se ha
logrado sintetizar una molécula artificial que se mantenga polarizada durante
un tiempo suficiente para reaccionar de forma útil con otras moléculas, pero
las perspectivas son prometedoras.
¿Qué relación existe entre la longitud de onda de la luz, la clorofila y la fotosíntesis?
ResponderEliminarOla, la relacion de la luz y la clorofila tengo entendido que no es participación de luz ni de la clorofila, y por ende se realiza durante el día y la noche. Por ejemplo, el almidón producido se mezcla con el agua presente en las hojas y es absorbido por unos tubitos minúsculos que existen en el tallo de la planta y, a través de éstos, es transportado hasta la raíz donde se almacena.
ResponderEliminarEspero les ayude.
la información es verídica solo que tienen que cuidar que sea el mismo tipo de letra las explicaciones son buenas.
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